Estamos acostumbrados a movernos por simple reacción inmediata, tan inmediata que nos dormirmos luego que el supuesto 'problema' está resuelto sino que sin abordar el problema de fondo creemos que todo está bien.
Algo así sucedió en Bogotá donde los cobros de la valorización llevaron a los ciudadanos a protestar en las calles exigiendo que el costo no fuera tan alto y que en realidad se vieran las obras. Pero, así es, los ciudadanos sólo salieron cuando sintieron que les apretaban el bolsillo.
La reacción normal debió ser salir a la calle cuando se descubrió el carrusel de la contratación y del conocimiento del millonario desfalco, se debió en su momento exigir que los responsables devolvieran el dinero y al no hacerlo pues el vacío presupuestal corre por cuenta de éstos inocentes ciudadanos que reaccionan muy tarde.
Hasta ahora es que se empieza a hablar de entregar dinero a los contratistas cuando ésta estén finalizadas y quitar los anticipos cuando eso debió planearse muchísimo antes evitando que el clan de los Nule desangraran las arcas de la ciudad.
Mucha gente meses atrás salió a decir 'le robaron al Distrito', una frase inocente y estúpida porque contemplamos lo público como recursos que salen del político de turno sin tener en claro que es dinero que sale de nuestro bolsillo:
0 comentarios:
Publicar un comentario