El Capitalismo Cristiano

1. Qué es Cristianismo
Lo primero que aclararé es el término cristiano a lo cual lo llevará a usted a un concepto complejo y con muchas ramificaciones entonces la charla empezará por cada una de las denominaciones, o incluso lo etiquetará usted bajo la premisa del ser evangélico. El cristianismo en este artículo lo abordaremos desde la propia esencia de la palabra: “El cristianismo es una postura filosófica basada en el reconocimiento de Jesucristo como Hijo de Dios el cual vivió en medio de nosotros hecho hombre, murió y resucitó, fijándola como postura filosófica al estudiar ciertos problemas fundamentales de la vida (como la existencia, el conocimiento, la verdad, la espíritu, etc.). Así como por ejemplo quien es marxista sigue las ideas de Carl Marx, el Maoísta sigue las ideas y vida de Mao Tse-Tung, etc.


2. Qué es Capitalismo (dentro de este contexto)
Ahora bien, habiendo definido lo que es cristianismo, definamos el capitalismo cómo será abordada en esta lectura: El capitalismo es un sistema en el que los individuos privados y las empresas de negocios llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes y servicios mediante complejas transacciones en las que intervienen los precios y los mercados, además es el sistema económico que se contrapone al comunismo.

Quiero poner en claro que no respaldo ninguno de los dos sistemas (capitalista o comunista), pero hay algo que me llama la atención con el comunismo, el cual tiene sus bases sobre conceptos del cristianismo tales como el establecimiento de una sociedad sin clases sociales, ya que para Dios todos somos iguales delante de Él y nos dio la tierra para enseñorearnos sobre ella a todos por igual. Esto he aclara el por qué un sistema utópico como el comunismo permanece aún como el ideal de muchas personas, porque es un ideal innato del ser humano muchos de nosotros quisiéramos que tuviéramos una igualdad perfecta y una equidad, ahí es donde se acerca un poco el cristianismo con el comunismo, a pesar que la mayoría de comunistas son ateos.

3. El Capitalismo Cristiano
Ahora bien, mezclemos los dos términos que suenan bastante extraños juntos: El Capitalismo Cristiano. Como cristiano que somos, demos una mirada sobre la vida de Jesucristo cuando fue hecho carne, durante ese magnífico ministerio de 3 años, cada predicación poseía una estructura fenomenal con ejemplos, parábolas y sanidades. Lo seguían de todas partes a donde iba y lograba con dificultad encontrar espacio para poder apartarse de vez en cuando. Nunca en cada una de sus obras sintió la necesidad de preocuparse por la convocatoria de sus predicaciones y mucho menos tratar de subsistir gracias a ello, todo lo contrario, si lo recuerdas bien en una ocasión se encontraba predicando y su fama era tal que se dieron cita (dice la Biblia) cerca de 5.000 personas (cerca porque no se contaron ni niños ni mujeres) y en vez de pedir algo Jesús por ello, lo que hizo fue darles a cada uno comida hasta saciarlos (si lo recuerdas, por medio de un milagro).

Si claro, dirán muchos: “pero toda organización necesita sostenerse hermano” y sí tienen razón pero una organización que mueve la fe y que así misma se predica aquello de “dar es mejor que recibir” pero que no lo aplica porque es mejor recibir para la organización. Jesús no necesitó ni organización ni estrategias de mercado y administración para poder llevar la Palabra y las Buenas Nuevas de Salvación, si la necesidad es de agruparse porque se crean redes de oración y fortaleza espiritual entre hermanos entonces debe actuar la fe, debe tenerse la convicción que Dios proveerá y no entrar al juego sucio del capitalismo que ya muchas cosas ha manchado con su establecimiento en el mundo entero.

En los años 80 y 90 cuanto el cristianismo empezó a cosechar todas aquellas obras realizadas por los cristianos de la década de los 70’s y cuando Dios empezó a mostrar su Palabra con mayor fuerza y mayor divulgación fue cuando surgieron predicadores Yiye Ávila y salmistas de gran unción tales como Danny Berríos y Marcos Witt sólo por dar un referente de predicador y salmistas.

Las cosas iban bien en aquella época, la filantropía y el amor a Dios era el fundamento de los cristianos de la época, se iba a la calle a predicar y se iban a aquellos lugares donde residían los habitantes de calle y se les llevaba además de comida, un mensaje de Salvación. Y el amor no era sólo con las personas seculares, también entre hermanos y era común ver que si un hermano no tenía, el otro sin ningún interés ofrecía lo que tenía para que el hermano solventara su necesidad dando la gloria y la honra a Dios, esto muestra un comunismo aplicado en cierta medida. Podías ir a una campaña evangelistíca y existían grupos musicales, sanidad y milagros y no pagabas absolutamente nada, los estadios y coliseos se prestaban de forma voluntaria (porque Dios ponía el sentir) y sino cualquier potrero o parque era lugar era propicio para llevar la Palabra de Dios.

Antes de seguir exponiendo mi punto de vista debo aclarar que no respaldo el fanatismo ni el legalismo porque pienso que llevar todo a un extremo sería ser totalitarista y eso no es bueno cuando se toma una postura, sencillamente debemos seguir la vida de Jesús, su Palabra y su mensaje de Vida Eterna que debe ser compartida con el mundo entero.

Ahora bien, en algún momento de la historia cristiana alguien no sé si dentro del cristianismo o externo a él, vio en los cristianos un target de mercado, una forma efectiva (no fácil, sólo efectiva) de generar capital. A partir de ese momento la iglesia (como organización) se convirtió en un ícono que no podía ser desligado del cristiano, ahí es donde surge la palabra “descarriado” que es quien no tiene un pastor y que no se vincula a ninguna iglesia por lo cual está lleno de pecado y lejísimos de Dios, adoptando viejas costumbres de cohesión ya usadas por la vieja y medieval maquinaria Católica. Entonces la persona ya adscrita a una iglesia era un consumidor (viéndola desde el punto de vista del Capitalismo Cristiano) al cual se le podía predicar ampliamente la palabra de:

“¿Acaso roba el hombre a Dios? ¡Ustedes me están robando! Y todavía preguntan: ¿En qué te robamos? 'En los diezmos y en las ofrendas. Ustedes la nación entera están bajo gran maldición, pues es a mí a quien están robando. Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto dice el Señor Todopoderoso, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde.”

Malaquías 3:8-10

Antes de nada, quiero poner en claro que soy una persona que mes a mes aparta del salario el 10% para Dios, no para la iglesia, porque en el antiguo templo si bien lo recuerdan cuando Jesús murió venciendo a la muerte y el pecado, la entrada al lugar Santísimo (donde Dios habitaba) fue rasgada dándonos la presencia de Dios en todo lugar entonces Dios no tiene casa, Dios habita en todos nosotros. Mi diezmo tiene como destino alguna familia o persona con necesidad a la cual Dios pone el sentir de que se entregue para que la gloria sea para Dios, y a manera de testimonio la bendición ha llegado a mí hasta que sobreabunde.

Retomando la idea principal, en este momento cuando empezó a surgir el Capitalismo Cristiano las iglesias no hicieron más que predicar sobre diezmos y sobre ofrendas olvidando totalmente el Mensaje de Salvación dado por Nuestro Señor Jesucristo, y pienso que si debe levantarse una organización debe ser para predicar a Jesús Resucitado, tomar las epístolas para estudios bíblicos especializados y el Antiguo Testamento enfocado a lo que realmente es: los antecedentes de la llegada del Hijo de Dios y la relación de cada libro con Él. Pero no, las iglesias empezaron a predicar sobre la premisa de “no robar a Dios” y eso empezó a crear alarmas directas entre los cristianos. Dirán algunos “pero lo dice la Palabra de Dios” sí es cierto, pero recuerden que un texto sin contexto es un pretexto, y el contexto de toda la Biblia no es más que Dios y su Amor sobre la humanidad y nuestro amor por Él. Cuando a Jesús los fariseos le preguntaron ¿Cuál es el principal mandamiento en la Ley?, Él respondió:

“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser”. Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas».

Mateo 22:37-40

Dios mismo provee a su pueblo que su pueblo necesita, ¿porqué introducir el Capitalismo al Cristianismo? ¡Si Dios nos da todo! Bueno, entonces con las iglesias asumiendo el papel de recibir ofrendas y diezmos empezaron a crear imponentes escenarios, templos y coliseos. Empezaron a generar la necesidad de crear grupos de multiplicadores no con la necesidad de lleva el Mensaje de Salvación sino para asegurar el capital de base, y eso lo demuestra aquellas iglesias que tomaron el modelo 12/12 donde cada cristiano uno de los 12 de su líder y era líder de otros 12. El hecho que no haya sido para levantar reales cristianos se ve reflejado en el gran número de personas que salieron de estas iglesias totalmente desanimadas, apáticas a seguir el Camino de Dios y totalmente reacias al evangelio. Muchas de estas personas hasta el día de hoy no han podido entablar una relación directa con Dios por todo lo que quedó en su corazón.

Era imposible crear mercado con dos palabras que espantaban al comercio: evangélicos ó cristianos. Por ello empezaron a cambiar su nombre por carismáticos y otros nombres más que surgieron con el pasar del tiempo. De forma súbita los cristianos que predicaban en los espacios públicos y llevaban ayudas a los necesitados fueron desapareciendo, este espacio fue tomado por artistas de farándula y los voluntarios católicos. La excusa de la iglesia para no ayudar al prójimo empezó a basarse en que el hermano necesitado era pecador y la solución estaba en orar, en pedirle a Dios. Imagínense por un momento a Jesús en esa actitud, ¿lo pueden llegar a imaginar?, yo no. A los parques, potreros y coliseos el acceso ya no era gratis, si no cobraban en la entrada de cada campaña, el predicador tomaba su tiempo para hacer una extensa explicación del diezmo y las repercusiones que tendría no darlo. Si es mejor dar que recibir… ¿porqué no empezar por dar como cuenta la Biblia que siempre hizo Cristo?

Luego de arrojar los resultados deseados, porque las iglesias se llenaban y en la misma proporción las arcas de las cabezas de ésta, mientras el hermano común, además que pasaba necesidades era tildado de pecador y hombre de poca fe (al mejor estilo del Vaticano), el Capitalismo Cristiano centró su mirada a algo más grande y jugoso: la música. En un principio surgió el mismo problema de terminología, la palabra “música cristiana” espantaba muchos compradores seculares y para ello surgió el término “góspel” que viene de la palabra GodSpell que quiere decir “llamado de Dios”, pero como estaba en inglés la gente secular no sabría qué significa y para los cristianos sería un término play.

A pesar que el término “góspel” tendría que ver con música cristiana o evangélica, el Capitalismo Cristianismo empezó a mezclar la música secular con la música cristiana para asegurar el mercado cristiano por un lado y por otro tratar de tomar personas seculares. Viéndolo desde el punto de vista de quienes iniciaron con la música “góspel” el objetivo era ese, atraer a los caminos de Dios las personas seculares mezclando música cristiana y secular. La mejor forma de atraer personas al camino de Dios es compartiendo su Palabra.

La música “góspel” tuvo al principio una fuerza moderada porque eran desconocidos los artistas que incursionaban en ella, y no daba resultados ni el mercado cristiano y ni en el secular. Entonces el Capitalismo Cristiano empezó a atraer salmistas de alta trayectoria tales como Marcos Witt, Jesús Adrián Romero, Alex Campos, Rojo, Rescate, atrayendo además en el camino otros más que se adhirieron al ver los excelentes resultados que se obtenían si dejaban de ser “música cristiana” para volverse “góspel”.

Estos cantantes si tiene usted la oportunidad de revisar sus primeros trabajos tenían características en común, teniendo largo o corto tiempo en el ministerio: en sus letras palabras como Dios, Jesús y Salvación eran piedra angular de todas sus composiciones, eran parte de un ministerio que no cobraba peso alguno para su lucro y la forma en que el Espíritu Santo se mueve en el momento de escuchar esas canciones es sobrenatural. Ahora, si revisa los últimos trabajos de estos cantantes encontrará dos elementos en común: letras de canciones que con total facilidad puede usted dedicarle a su esposa o novia y por otro lado una cantidad de remixes de canciones viejitas con estas nuevas que no hablan de nada o son nada más que una muy buena canción pop o rock, con la sensación (lo digo no juzgando sino como persona que ha oído dichos trabajos) que la presencia del Espíritu Santo en esas composiciones fuera nula.

Tristemente el mercado funciona porque mucha gente prefiere vivir en la ignorancia y “evitar la fatiga” de leer la palabra de Dios y pedir discernimiento para ella. Hago marca aquí porque es en la Biblia donde se muestra al mayor de los salmistas: el rey David. El rey David compuso 150 salmos consignados en la Biblia, algunos salmos de alabanza, otros de adoración y otros de acción de gracias, nunca mezcló el talento que Dios le dio para que lo alabara con otras cosas. Pongamos la música “góspel” a la luz de los salmos… como digo solo deja la sensación de escuchar un pop o un rock de mediana calidad.

La música “góspel” hablándolo publicitariamente, es débil y de baja calidad para competir en un mercado de artistas seculares porque su calidad no es óptima (hablándolo musicalmente y en cuanto a producción) entonces toma de trampolín y seguro al público cristiano, por si las cosas salen mal, no hay fracaso porque siempre habrá quién los escuche si se hacen llamar “góspel”.

Recientemente me llenó de curiosidad dos hechos que impactaron mi vida y que en parte me llevaron a reflexionar sobre el actuar de los cristianos hoy, por un lado el ver el evento de Raza de Campeones III realizado hace muy poco aquí en Bogotá, donde los medios hicieron un cubrimiento especial como si se tratara de cualquier evento de música secular (nada extraño para que los medios hagan algo diferente) y esperando que se marcara la diferencia por parte de quienes organizaban el evento me llevé con la sorpresa que no, cuando entrevistaron a Alex Campos, él hizo referencia a lo grande del evento y la importancia de los artistas invitados. El hecho fue que por un momento este personaje tuvo la atención de todos los colombianos para dar un mensaje de Dios y movió su actuar hacia el mercado, hacia el Capitalismo Cristiano. Recuerdo que las entradas al evento iban desde los 15.000 hasta los 100.000 pesos.

Otro hecho que me dejó sin palabras fue el comercial realizado para el concierto de Marcos Witt en Bogotá, admiro a Marcos y a su talento, la alabanza y adoración que interpreta Dios la usa de forma sorprendente pero hablo del Marcos antes del 2003, al cual escucho en los cd’s que aún conservo, el hecho fue que el comercial dice textualmente así: “Una vez más… Marcos Witt en concierto!... ganador de 4 Grammy Latinos, 2 Billboard, sábado 9 de mayo, 6 de la tarde, coliseo el Campín…”, deja mucho qué pensar. Quedo con la sensación que no habría diferencia al decir Sony BMG ó Canzion, Alejandro Sanz ó Marcos Witt, Generación 12 ó Kiss (lo hablo desde la parte comercial). Para este concierto las boletas están entre 35.000 y 85.000.

No como crítico de música sino como cristiano siento tristeza al saber que se van extinguiendo los salmistas, aquellos que componen, cantan y ministran al pueblo de Dios, están desapareciendo y se están disfrazando de cantantes góspel y duele el caso de Jesús Adrián Romero por ejemplo; no hay que ser un genio para notar el cambio de sus producciones, las últimas dos producciones “El aire de tu casa” y “Ayer te vi, fue más claro que la luna” son álbumes que no se comparan con “A sus pies” o “Cerca de ti” por letra y contenido. Ya no es igual.

El Capitalismo del Cristianismo está tocando a todos los cristianos y lo peligroso no es que seamos parte del mercado sino parte del sistema y no existe algo que nos haga marcar la diferencia, el mercado ha deslumbrado los ojos del pueblo cristiano que prefiere acuartelarse en sus lujosos templos olvidando al necesitado tanto espiritual como material, porque Jesús siempre aún cuando necesitaban ayuda espiritual siempre suplía la necesidad de quien iba hacia Él, el pueblo cristiano se ha espantando con el legalismo que lo ha llevado a otro extremo de falta de identidad, se predica de todo menos a Jesucristo Resucitado y todo lo que en nuestra vida Él puede hacer, es más cómodo si nuestros amigos nos ven escuchando algo como “Me robaste el corazón y yo quedé en el olvido… de tus labios brotan miel…” y que digan “que bonita canción, como se llama que quiero dedicársela a mi novia” a que nos vean escuchando “Cristo es el Rey, no hay nadie como Él, es Poderoso” y que nos digan “¿eres cristiano?” y después de eso vengan los cuestionamientos o las burlas, sin dar la oportunidad de que quizá esa persona pueda llegar a los Caminos de Dios por medio de esa conversación que se abre con esa canción.

Agradezco quien llegue a esta parte del texto porque quiere decir que logré captar su atención y no fue monótono mi despliegue de ideas, pido disculpas si lo he llegado a ofender o tocar susceptibilidades, pero el Capitalismo Cristiano es una realidad y es necesario que sepa como la manejas. Si eres cristiano, sé como Cristo y punto. La iglesia y su sistema son necesarios para su vida espiritual y seguro va a encontrar en su congregación apoyo y consejería, pero recuerde que eso no es el centro, el centro es nuestra vida como Cristo porque somos cristianos, no se le olvide.

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